la frase del dia...

La conciencia es algo que no nos impide cometer un crimen, pero sí disfrutar de él.



domingo, 23 de noviembre de 2014

La caída del heroísmo




La Real Academia Española define heroísmo como el “esfuerzo eminente de la voluntad hecho con abnegación, que lleva al hombre a realizar actos extraordinarios en servicio de Dios, del prójimo o de la patria”. Basándonos en esta definición podemos establecer parámetros para que cualquier acción pueda catalogarse como heroica. Si imitamos el habla utilizada por los profesores y estudiantes de cálculo diríamos: Por definición un gesto heroico debe ser: primero, un acto extraordinario; segundo, debe ser realizado con un esfuerzo eminente de la voluntad; tercero, hecho con abnegación; y finalmente debe ser llevado a cabo en servicio de Dios, del prójimo o de la patria. Un acto heroico es una acción de servicio para con los demás.

Para mí, al igual que para muchos niños, los héroes siempre estuvieron en la televisión. Aún recuerdo cuando jugaba a Tarzán, a los Power Rangers o a los Supercampeones con mi padre y con mis amigos. Todos querían ser como los héroes, todos los imitaban. Ser como el protagonista de los dibujos o de la película era el sueño más anhelado de toda mi generación, al igual que de las anteriores y de las que vendrán después.

En algún momento de mi vida escuché esa frase “la verdad nos hará libres”. No recuerdo exactamente cuándo, tampoco de quién la oí. Habría sido bueno saberlo en este momento, así podría decirle que olvidó completarla. La verdad nos hará libres, si, pero no necesariamente felices.

Cuando finalmente conocí este mundo, esta sociedad, el heroísmo que siempre quise practicar era considerado un comportamiento tonto en el mejor de los casos. A través de los medios de comunicación me enteré de la vida de los actores que interpretaban a mis personajes favoritos, sus acciones no siempre eran lo que esperaba de ellos. La ilusión de aquel mundo perfecto en que el bueno siempre gana se fue desvaneciendo. La realidad no pudo esperar, un inocente más abrió los ojos.

Cuando comencé la carrera de comunicación social nuevos modelos a seguir aparecieron. Toda la gente de pantalla era algo que yo quería ser, un comunicador. Lo entendí en ese momento, siempre quise estar en su lugar, hablar como ellos hablan, hacer lo que ellos hacen. Pero en las aulas de clase el conocimiento llegó acompañado de la verdad. Esa verdad que nos hace libres, pero no necesariamente felices.

El comprender las especificidades de una profesión es algo necesario si se la quiere ejercer. Es tarea de los profesores que sus alumnos aprendan, que entiendan cómo funciona el mundo en que se van a desenvolver. En ese momento la realidad acaba de nuevo con un ideal que se había establecido. Lo malo del conocimiento es que no se puede volver a ser el mismo después de adquirirlo.

Esa actividad extraordinaria hecha con la voluntad de servir, el periodismo que soñaba practicar, ha sido puesta como un simple concepto teórico. Ahora conozco en parte las causas y motivaciones de lo que se hace, dice o escribe en los medios. Mis modelos a seguir ya no lo son más. Igual que en mi niñez, el heroísmo ha caído.

Aún a pesar de esta situación, quiero seguir creyendo. Ryszard Kapuscinsky en su libro Los Cínicos no sirven para este oficio, dice “Creo que para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser un buen hombre, o una buena mujer: buenos seres humanos”. Quiero creer que existen periodistas que son bueno seres humanos. Quiero creer que existirán muchos periodistas que serán buenos seres humanos. Quiero seguir creyendo en esta profesión. Quiero seguir creyendo en el heroísmo.

viernes, 29 de agosto de 2014

Todo lo que quería era publicar



El universo siempre parece confabularse contra alguien cuando esa persona quiere o necesita algo con urgencia. Javier lo comprendió mientras temblaba en su banca, tanto por frío como por nervios.

La clase de Semiología apenas comenzaba. Ese día en particular la profesora llegó puntual para aprovechar las últimas dos horas de clase antes de los exámenes.

Diapositiva tras diapositiva Javier se sentía en tormento eterno. No tenía cabeza para Sassure ni para su diada, la preocupación del trabajo que no había podido terminar lo torturaba.

Desde hace 29 días Javier era el flamante novato en el club de redacción de su facultad. Sus tareas eran en esencia sencillas: escribir, hacer reporterías que los demás no quisieran, escribir… Nada que no pudiera hacer siempre que se empeñara.

La redacción de Javier no era de las mejores de su grupo. Cada vez que le pedían algún reportaje o crónica siempre terminaba justo antes de tener que presentarla. No lo hacía por descuidado. Lo hacía porque demoraba horas en escribir un párrafo que no considerara un insulto a la lengua castellana.

Como una especie de regalo por su primer mes dentro del club, le pidieron un reportaje, el primero que haría en solitario. Él lo tomó como un reconocimiento a su dedicación, la verdad era que no querían verlo todo el día en la sala de redacción.

La reportería no le presentó ninguna dificultad, experiencia le sobraba en esas prácticas. Era la redacción, la siempre difícil redacción, la que se le complicaba.

Había estado frente a su teclado desde que llegó a casa. No vio ninguna novela de la tarde y ni siquiera pensó en calle 7. Solo veía la hoja en blanco de Word mientras pensaba como hacer ese primer párrafo.

En esas andanzas se encontraba cuando notó que el gallo de su vecina comenzó a cantar. Primero lo mandó a sitios desconocidos para el pobre animal. Luego, al tercer canto, cayó en cuenta que había amanecido mientras el ideaba la primera oración de los cinco párrafos que debía escribir.

A partir de ese momento toda su vida transcurrió en cámara rápida. Se duchó en apenas cinco minutos, se puso lo primero que encontró y salió corriendo de casa con la camisa llena de pedazos del bolón que comía mientras corría.

Nada mejor para espantar el sueño que esquivar autos mientras cuelgas de la puerta del bus.

No llegó tarde a clases por un milagro. Pero como no hay mal que por bien no venga, la profesora le pidió que se sentara en primera fila. “Fabuloso”, suspiró él.

No prestó atención a clases. Javier no veía el momento de correr a la sala de redacción para poder terminar ese reportaje. Estaba ansioso, era su primer trabajo solo. Después de publicarlo solo debía esperar a que algún editor muy bien ubicado lo leyera. Entonces todo sería espectacular. Sí, ya podía verse como el reportero estrella, con una novia linda, un auto espectacular y respondiendo la pregunta de un entrevistador: “¿Alguna vez pensó en lograr todo esto?”.

“Todo lo que quería era publicar”, pensó mientras la profesora le llamaba la atención por sorprenderlo con los ojos cerrados. “Todo lo que quería era publicar”.



Esta es una historia ficticia. Cualquier parecido con la realidad es producto de su imaginación.

martes, 22 de julio de 2014

Un sueño difícil de cumplir en Ecuador

Dibujo de los administradores de Asiri hecho por Jazmín Lindao. En primer plano se observa los avatares de ella y de Javier.
El sueño de Jazmín es publicar un cómic. Hablar de su infancia es hacer un recuento de todos los animes (animación japonesa) que vio. Siempre quiso hacer una serie, pero nunca encontró el apoyo que necesitaba. Eso cambió cuando conoció a Javier.

Hace tres años Javier Márquez se graduó de Ingeniero en Diseño Gráfico. Poco después pudo ver con felicidad el nombre de Jazmín Lindao en la lista de graduados de su promoción.

Ellos se conocieron en el segundo año de su carrera. Su amistad no fue algo a primera vista. “Javi me caía mal”, recuerda Jazmín. Fue el gusto que ambos tenían por los animes y mangas (historietas japonesas) lo que fundamentó esa hermandad que dura hasta estos días.


A la fecha, con varios proyectos en curso y otros más en el maletín, ellos aceptan conversar sobre la comunidad de aficionados a la cultura Japonesa que manejan en Facebook. También consienten dialogar sobre sus identidades en intertnet y lo que planean a futuro.

Entrevista realizada a Jazmín Lindao, creadora del club Asiri: Otakus en Ecuador, y a Javier Márquez, administrador de la página del grupo en Facebook. Jazmín realiza sus actividades en Internet bajo el nombre de Yoko Daolín.

¿Quién es Jazmín Lindao?
Jazmín: Soy diseñadora gráfica. Me gusta dibujar, crear historias. Mi sueño es ser una caricaturista profesional.

¿Quién es Yoko Daolín?
Jazmín: Es un personaje ficticio que está para informar y ayudar a los otakus.

¿Qué es un Otaku?
Javier: Es una persona que tiene afición al anime y a la cultura japonesa. Nada raro, es solo una afición.

¿Ustedes se consideran Otakus?
Jazmín: Sí, pero de la vieja escuela.

Entonces existe una nueva escuela ¿Cuál es la diferencia?
Jazmín: En la vieja escuela si te gusta un anime lo ves y si no, no lo ves. La gente de la nueva escuela solo habla de nekos (gatos) y critican animes. Además si alguien no sabe japonés lo critican por eso también. Cuando yo era joven no hacíamos esas cosas.

¿Han sufrido algún tipo de discriminación por ser otakus?
Jazmín: A mí no mucho. Solo mis compañeros que me decían tú y tus dibujitos, o que yo sabía hacer dibujitos chinos.

A un amigo mío si le pasa. Él estudia en colegio y siempre se le burlan por que le gusta el anime. Le dicen que debe crecer. Los padres le dicen que debería dejar de ver esas cosas (anime).

Javier, háblanos un poco de ti por favor.
Soy diseñador gráfico FreeLancer y en mi tiempo libre me gusta jugar videojuegos.

Jazmín ¿Qué es el Club Asiri?
Es un grupo donde reunimos a los otakus de Ecuador. Participamos en convenciones y hacemos actividades.

La página solo se puede ver en Ecuador. El motivo es que buscamos que los otakus de Ecuador puedan reunirse con personas cerca de ellos que compartan sus mismos gustos.

¿Cuál es tu función en el club Javier?
Como administrador de la página creo contenidos, modero los comentarios y busco incrementar la actividad de los miembros.

¿Cuánto tiempo lleva activa la página en Facebook?
Javier: Está abierta desde el 2010.

¿Cuántos “me gusta” tienen?
Javier: Estamos en los 1519 “me gusta”.

¿Han realizado reuniones?
Jazmín: Si, pero no hemos hecho una como Dios manda.

¿Y cómo lo manda Dios?
Jazmín: Me refiero a reuniones con un número grande de otakus y conversar sobre nuestros gustos, conocer gente nueva, ver anime.

¿Qué Proyectos tiene Jazmín Lindao?
Contacté con una página creada por un estudiante argentino: Manga Latino. Ya obtuve una serialización,

¿Ganas dinero con estas serializaciones?
Manga Latino se maneja con un sistema de likes. Cada autor se crea un perfil y al que obtenga más de 1000 likes le imprimen su obra. Cuando llegas a esto ganas un 70% por ciento de las ventas. Actualmente están publicando 2 autores y 10 estamos en proceso para publicar.

Háblanos un poco de tu manga
Se llama “Zelif” y para hacerlo me inspiré en la cosmología andina. Quiero representar y dar a conocer la cultura de Ecuador, usar esto para atraer al turista.

¿Has acudido a alguna editorial o a alguna institución del estado en busca de apoyo?
Fui a tres editoriales en Ecuador. Me dieron citas, y fueron tres desplantes. Es muy difícil publicar un cómic.

¿Entonces por qué quieres hacerlo?
Porque es mi sueño. Es lo que me apasiona. Mientras más difícil más quiero cumplirlo.


martes, 1 de julio de 2014

El cómic tiene su espacio en la Plaza Colón


La Décima Convención Nacional del Cómic ha llegado. La Plaza Colón, junto al malecón 2000 y el Barrio las Peñas, está copada por aproximadamente tres decenas de stands que se instalaron el pasado lunes 30 de junio.

Como cada año, el evento organizado por el Cómic Club de Guayaquil (CCG) se celebra en el marco de las fiestas por la fundación de la ciudad. El objetivo “es brindar un espacio para que la gente pueda distraerse, aparte de eso difundir y darle un lugar al artista nacional”, señala Alfredo García, presidente del CCG.

La temática de este año gira en torno al aniversario 75 de Batman. El hombre murciélago tendrá en su honor las ilustraciones de artistas locales en la Plaza Colón, y el museo del cómic en la sala de exhibiciones temporales del Museo Municipal; esto último del 2 al 17 de julio.

Los eventos principales están programados para el domingo. La banda local Aniproject abrirá el concierto a las 15h00. El concurso de cosplay (Disfraz y caracterización de personajes) inicia una hora después. El grupo Niji continúa con 30 minutos de música y el Cierre de la convención corre por cuenta del cantante Mexicano Cesar Franco.